martes, febrero 23, 2016

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 54 de 366

Su 18 de julio, su 14 de abril
a mitad de camino entre el infierno y el cielo
yo me bajo en Atocha

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 53 de 366

Porque una casa sin ti es una oficina
Un teléfono ardiendo en la cabina
Una palmera en el museo de cera
Un exódo de oscuras golondrinas.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 52 de 366

Tenemos la boca, la lengua, los dientes,
saliva, cinismo, locura, deseo

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 51 de 366

… Mas supe también que Chiapas era
el callejón aquel donde ladraba el tiempo,
aquel olor a lluvia que cantaba
la santidad de nuestras almas niñas

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 50 de 366

Otra tarde que no arde esta tarde
sin pasado mañana
otra tarde tan cobarde esta tarde
que no prueba manzanas.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 49 de 366

Si en los escombros de la revolución
creciera el árbol verde del placer,
y las catedrales se cansaran de ser
ruinas del fracaso de Dios. 

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 48 de 366

Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas,
Que importa, lo siento, hasta siempre, te quiero.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 47 de 366

Duro la tormenta, hasta entrados los años  ochenta.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 46 de 366

Pobres exquisitos,  ricos miserables.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 45 de 366

Una bici diabética, un cúmulo, un cirro, un estrato,
un camello del rey Baltasar, una gata sin gato.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 44 de 366

Los hechiceros de la tribu resucitan
para invertir en mis pecados
y hacen los traficantes de estampitas
su agosto en el supermercado.

Porfirio Diaz el heroe olvidado, Capitulo XVIII


EVACUACION  DE LA CAPITAL
DEL 24 DE MAYO AL 20 DE JUNIO DE 1863.

El General Díaz despues de escapar de sus captores, se presentó en la Ciudad de México.  El Sr. Benito Juárez le dijo que lo nombraría Secretarío de Guerra o General en Jefe del Ejército, según lo conviniera con el General Berriozabal, porque el había de tener uno de dichos puestos y Díaz el otro.

El digno General Díaz Mori, agradeció  al Sr. Juárez, su ofrecimiento pero le dijo que habían otros Generales mayores muy capaces de manejar con prestancia dichos puestos y que el era demasiado joven para que estuvieran a sus ordenes, en esos momentos fueron interrumpidos y Benito Juárez le pidió que por la mañana seguirían tratando el asunto. Al día siguiente el Sr. Juárez le dijo que había pensado en lo que le dijo y que quizás tuviera razón, entonces le ofreció el mando de la División que el designara, El General Díaz le contestó que en la forma que tenían, ninguna le parecía buena, pero que si se lo permitía organizaría una a su gusto con las tropas que el escogiera.  Tuvo la bondad el Sr. Juárez de darle un papel para que pusiera los nombres de los batallones y regimientos que fueran de su agrado.  Formó a su gusto la Divión que debía mandar y con élla, una vez organizada emprendió la marcha para Ayutla con objeto de cubrir la carretera por donde debía venir el enemigo.

El Gobierno salió para Queretaro el 31 de mayo de 1863, y despues de la salida se le dió orden al General Díaz, de volver a México y de allí emprender la marcha  y seguir al cuerpo del Ejército que mandaba el General Juan José de la Garza, a quien alcanzó en el Contadero, camino para Toluca. Luego que se incorporó al ejército, el General en Jefe que tenía necesidad de estar en Toluca, le encomendó el mando, y emprendió la marcha con su escolta y estado mayor.  Pocos momentos despues se sublevó uno de los batallones de Guardia Nacional de México que formaba a la retaguardia, y que mandaba el Coronel Rangel cuyo jefe, lo mismo que el Teniente Coronel Don Pedro de Garay habían desaparecido en México, al emprender su marcha el Batallón.  El General Díaz persiguió a los sublevados, matando algunos y aprehendiendo a casi todos, y diezmándolos despues en el llano de Salazar, en presencia de las tropas formadas.

Pasaron la noche sin más novedad que algunos tiroteos insignificantes de los traidores que plagaban la montaña.  Al día siguiente seguieron la marcha a Toluca, y a su llegada le informó al General en Jefe lo ocurrido.  Despues de permanecer tres o cuatro días en Toluca sin haber desempeñado ningún servicio importante y sin recursos, El General Díaz le solicitó al General Garza, recursos para continuar la marcha.  Como los franceses estaban entrando ya a la ciudad de México, el cuerpo de ejército se encontraba sin recursos y el General en Jefe no manifestaba empeño ninguno por obtener los necesarios, ni por mover sus fuerzas, Díaz le manifestó un día que creía indispensable conseguir algún dinero para salir de la plaza.

El General en Jefe citó a nombre del General Díaz sin su consentimiento, a los comerciantes pricipales de la ciudad para una junta en su alojamiento, y al verlos reunidos, no le quedó de otra que
informarles de su situación y les pidió un préstamo, que le facilitaron de buena gana, reuniéndo la cantidad de tres mil pesos, con ésto salió de Toluca para el llano del Cazadero y así llegó hasta Queretaro, donde recibió algunos fondos que le mandó de San Luis el Gobierno Federal.

A pocos días llegó el General Garza, con las otras dos Divisiones de su Cuerpo de Ejército, completamente destrozado, pues además de que las mulas eran insuficientes para conducir su artillería y bagaje, algunos Jefes habían dispuesto de parte de ellas y el camino estaba regado con piezas de artillería y materiales de guerra siendo también de consideración las deserciones que habían sufrido. El General Garza salió de San Luis y entregó el mando del cuerpo de ejército al General Echegaray, y con este Jefe las cosas marcharon mejor.

EJERCITO DEL CENTRO
DEL 10 DE JUNIO AL 1o. DE SEPTIEMBRE DE 1863.

Pasados 10 a 12 días llegó de San Luis a Queretaro el Ministro de Guerra que era entonces el General Berriozabal y sin previo aviso le dió a reconocer en la orden general al General Porfirio Díaz, como Jefe del Cuerpo de Ejército del Centro, quedando a su lado como Cuartel Mestre, el General Echegaray.

Comenzó entonces el nuevo Jefe una seria organización en todo lo que era necesario para dar a la fuerza la forma de verdadero cuerpo de Ejército, situó una División en Celaya, otra en Salvatierra, una Brigada de Conservación en Arroyo Zarco y dejó el nucleo principal en Querétaro.  En seguida y por orden del Ministro de Guerra cambiaron el Cuartel General a Acámbaro donde permanecieron poco tiempo en el cual el Gobierno le mandó para que fueran ocupados en el Ejército, al Sr. Lic. Matias Romero y al General Sr. Rafael Benavides, El  General Díaz colocó al Lic Romero como Jefe de su Estado Mayor y Secretario y al General Benavides lo nombró General en Jefe  de la Primera División.

En los últimos días de julio de 1863 y con el objeto de tratar algunos asuntos de importancia con el Gobierno, el General Díaz mandó al Lic, Romero a San Luis que era entonces la Residencia del Gobierno Federal.  Entretanto había ocurrido allí un cambio de Gabinete, para contar el Sr. Juárez con el prestigio de Don Manuel Doblado, Gobernador de Guanajuato, le había nombrado Ministro de Relaciones, Doblado puso como condición para aceptar el puesto, se revocara el nombramiento a Don Juán Antonio de la Fuente, que había salido para los Estados Unidos, como Ministro de México, el Sr. Juárez tuvo que pasar por esta exigencia para asegurar los servicios de Doblado y propuso que fuera Romero en lugar de Fuentes, así es que de esta manera el Lic. Matias Romero tuvo que admitir ese cargo con gran molestia porque ya no podría colaborar con el Ejército del Centro.


Más tarde, durante la permanencia del Ejército en las Plazas de Celaya, Salvatierra, Querétaro y San Juán del Río, las expediciones del Cuartel General no podían hacerse de un punto a otro, sino con una gruesa escolta, o fingiendo unos movimientos para hacer otros, porque el camino esta interceptado por unos bandidos, los hermanos Troncoso que algunas veces reunian hasta 400 caballos.  Esto lo explicó el General Díaz al General Comonfort, al revelarlo en el mando del Cuerpo del Ejercito que había estado a sus ordenes, pero no le dió importancia a la información, y a los pocos días de su separación, intentó hacer una travesía en coche con 50 caballos de escolta de San Miguel Allende para Celaya, desafotunadamente fue asesinado por los Troncoso, cerca de Chamacuero.

Proximo capitulo:  
MARCHA PARA OAXACATASCO Y PUNGARANCHO y LLEGADA A OAXACA 

miércoles, febrero 10, 2016

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 41 de 366

Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar deprisa,
dar serenatas en los cementerios
muriéndose de risa.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 40 de 366

Que se enciendan las velas,
que se cierren los teatros y los hoteles,
que se queden dormidos los centinelas
en los cuarteles.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 39 de 366

Que no arranquen los coches,
que se detengan todas las factorías,
que la ciudad se llene de largas noches
y calles frías.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 38 de 366



El barrio donde habito no es ninguna pradera,

desolado paisaje de antenas y de cables.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 37 de 366

 Las campanas claro dicen, llorona, sus esquilas van cantandosi mueres, muero contigo, ¡ay! llorona, si vives, te sigo amando.
Es cierto lo que te digo llorona, puedes publicarlo en bando. 

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 36 de 366

He llorado en Venecia, me he perdido en Manhattan,
he crecido en La Habana, he sido un paria en París,
México me atormenta, Buenos Aires me mata

martes, febrero 02, 2016

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 33 de 366

Corte de los Milagros, Virgen de Candelaria, 
chabolas de uralita, Palacio de Cristal. 

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 32 de 366

El verano acabo
el otoño duro lo que tarda
en llegar el invierno.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 31 de 366

Nunca pude cantar de un tiron
la cancion de las barras del bar
del relampago en vena
de las lagrimas para llorar cuando valga la pena.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 30 de 366

En el boulevard de los sueños rotos
moja una lagrima antiguas fotos
y una cancion se burla del miedo.

Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 29 de 366

Alza los ojos y mira llorona
alla en la torre oscura.
Una estrella que fulgura llorona
y tristemente suspira.
Es Venus que se retira llorona
celosa de tu hermosura.

lunes, febrero 01, 2016

Porfirio Diaz el heroe olvidado capitulo XVII

RENDICION DE PUEBLA
DEL 10 AL 13 DE MAYO DE 1863.

Siguieron las operaciones del sitio, tres días antes de la rendición de la plaza el General en Jefe citó a una junta de Generales para conocer su opinión y notificarles la falta de comestibles y sobre todo de agua, así como de municiones, la mayoría de los Generales opinaron que precediendo algunos ataques simultaneos y haciendo un esfuerzo supremo por el rumbo opuesto para romper la línea sitiadora y utilizar parte del personal y materiales de guerra.  Con este objeto se ordenó que se deshiciera algunos cartuchos de cañón y se elaboraran municiones para armas portátiles, que eran las más escasas. Como el enemigo redoblaba sus ataques, al día siguiente se habían consumido la mayor parte de las municiones de artillería que quedaban, porque era indispensable constestar el cañoneo que a varios de los fuertes hacia el enemigo.


Al ver que ya no era posible continuar el General en Jefe, ordenó se rompieran todas las armas portátiles y la artillería y mandó al General Mendoza a avisar al General Forey, que la Plaza estaba a su disposición y que todos estaban desarmados y constituidos sus prisioneros, lo cual verificó el 17 de mayo de 1863. Una vez prisioneros, se presentó el General Forey el 18 de mayo, con una carta redactada por él en su idioma con la pretensión de que la firmaran los Generales, Jefes y Oficiales del ejército mexicano en que se comprometieran bajo palabra de honor a permanecer neutrales en el lugar que se les designara hasta el fín de la guerra, muy pocos subalternos firmaron dicha acta, la mayoría manifestó que las Leyes de nuestro país y sus convicciones personales no les permitían contraer ningún compromiso con el invasor.

En consecuencia de la negativa de estos valientes y dignos mexicanos, se dispuso  enviar confinados a Francia a todos los recalcitrantes. Los prisioneros estaban separados en distintos lugares, en uno Generales de División de Brigada, efectivos y graduados, en otra los Jefes de Coronel a Comandante y en otro los subalternos de Capitán a SubTeniente, los soldados habían sido divididos también en tres o cuatro prisiones diferentes. A los Generales les toco por prisión la casa propiedad del General mendoza, que esta ubicada en la Calle de herreras.

PRIMERA EVASION DE PUEBLA
DEL 19 AL 23 de MAYO DE 1863.


El astuto y valeroso General Díaz al negarse a firmar el acta , manifestó por escrito que no podía aceptar las condiciones de los franceses porque tenía deberes que cumplir con su patria. Por lo que considero con el derecho de evadirse si podía hacerlo. Aí pues, el 21 de mayo, vispera de la marcha para Veracruz, se quitó el uniforme a todo riesgo en el momento en que entraban y salian los parientes y amigos de los prisioneros para despedirlos y darles algunas de sus pertenencias. Bajó resueltamente la escalera esbozado con una prenda, cosa que no era notable porque hacía mucho frío; y para que el centinela no le marcara el alto y le hiciera pasar por un reconocimiento, como lo hacía con todos, pensó que sería bueno dirigir algunas palabras al oficial de guardia, para que al verlo salir despues de haber hablado con el oficial no despertara sospechas.  Con esta intención llegó al saguán, pero encontró que el Comandante de Guardia que esta allí de pie, era el Capitán Galindo, del 3o. de zuavos que habiéndo sido prisionero del ejército liberal había entablado cierta amistad con Don Porfirio.  En consecuencia ya no le dirigió la palabra sino que simplemente lo saludo y salió para la calle sin que lo reconociera aunque probablemente sospechó algo, porque enseguida subió a ver si estaba al lado de sus compañeros, varios de éllos lograron también evadirse de la prisión, ya en Puebla, ya en el camino y pocos salieron para Europa.

Proximo capitulo: EVACUACION  DE LA CAPITAL y EJERCITO DEL CENTRO