martes, febrero 23, 2016

Porfirio Diaz el heroe olvidado, Capitulo XVIII


EVACUACION  DE LA CAPITAL
DEL 24 DE MAYO AL 20 DE JUNIO DE 1863.

El General Díaz despues de escapar de sus captores, se presentó en la Ciudad de México.  El Sr. Benito Juárez le dijo que lo nombraría Secretarío de Guerra o General en Jefe del Ejército, según lo conviniera con el General Berriozabal, porque el había de tener uno de dichos puestos y Díaz el otro.

El digno General Díaz Mori, agradeció  al Sr. Juárez, su ofrecimiento pero le dijo que habían otros Generales mayores muy capaces de manejar con prestancia dichos puestos y que el era demasiado joven para que estuvieran a sus ordenes, en esos momentos fueron interrumpidos y Benito Juárez le pidió que por la mañana seguirían tratando el asunto. Al día siguiente el Sr. Juárez le dijo que había pensado en lo que le dijo y que quizás tuviera razón, entonces le ofreció el mando de la División que el designara, El General Díaz le contestó que en la forma que tenían, ninguna le parecía buena, pero que si se lo permitía organizaría una a su gusto con las tropas que el escogiera.  Tuvo la bondad el Sr. Juárez de darle un papel para que pusiera los nombres de los batallones y regimientos que fueran de su agrado.  Formó a su gusto la Divión que debía mandar y con élla, una vez organizada emprendió la marcha para Ayutla con objeto de cubrir la carretera por donde debía venir el enemigo.

El Gobierno salió para Queretaro el 31 de mayo de 1863, y despues de la salida se le dió orden al General Díaz, de volver a México y de allí emprender la marcha  y seguir al cuerpo del Ejército que mandaba el General Juan José de la Garza, a quien alcanzó en el Contadero, camino para Toluca. Luego que se incorporó al ejército, el General en Jefe que tenía necesidad de estar en Toluca, le encomendó el mando, y emprendió la marcha con su escolta y estado mayor.  Pocos momentos despues se sublevó uno de los batallones de Guardia Nacional de México que formaba a la retaguardia, y que mandaba el Coronel Rangel cuyo jefe, lo mismo que el Teniente Coronel Don Pedro de Garay habían desaparecido en México, al emprender su marcha el Batallón.  El General Díaz persiguió a los sublevados, matando algunos y aprehendiendo a casi todos, y diezmándolos despues en el llano de Salazar, en presencia de las tropas formadas.

Pasaron la noche sin más novedad que algunos tiroteos insignificantes de los traidores que plagaban la montaña.  Al día siguiente seguieron la marcha a Toluca, y a su llegada le informó al General en Jefe lo ocurrido.  Despues de permanecer tres o cuatro días en Toluca sin haber desempeñado ningún servicio importante y sin recursos, El General Díaz le solicitó al General Garza, recursos para continuar la marcha.  Como los franceses estaban entrando ya a la ciudad de México, el cuerpo de ejército se encontraba sin recursos y el General en Jefe no manifestaba empeño ninguno por obtener los necesarios, ni por mover sus fuerzas, Díaz le manifestó un día que creía indispensable conseguir algún dinero para salir de la plaza.

El General en Jefe citó a nombre del General Díaz sin su consentimiento, a los comerciantes pricipales de la ciudad para una junta en su alojamiento, y al verlos reunidos, no le quedó de otra que
informarles de su situación y les pidió un préstamo, que le facilitaron de buena gana, reuniéndo la cantidad de tres mil pesos, con ésto salió de Toluca para el llano del Cazadero y así llegó hasta Queretaro, donde recibió algunos fondos que le mandó de San Luis el Gobierno Federal.

A pocos días llegó el General Garza, con las otras dos Divisiones de su Cuerpo de Ejército, completamente destrozado, pues además de que las mulas eran insuficientes para conducir su artillería y bagaje, algunos Jefes habían dispuesto de parte de ellas y el camino estaba regado con piezas de artillería y materiales de guerra siendo también de consideración las deserciones que habían sufrido. El General Garza salió de San Luis y entregó el mando del cuerpo de ejército al General Echegaray, y con este Jefe las cosas marcharon mejor.

EJERCITO DEL CENTRO
DEL 10 DE JUNIO AL 1o. DE SEPTIEMBRE DE 1863.

Pasados 10 a 12 días llegó de San Luis a Queretaro el Ministro de Guerra que era entonces el General Berriozabal y sin previo aviso le dió a reconocer en la orden general al General Porfirio Díaz, como Jefe del Cuerpo de Ejército del Centro, quedando a su lado como Cuartel Mestre, el General Echegaray.

Comenzó entonces el nuevo Jefe una seria organización en todo lo que era necesario para dar a la fuerza la forma de verdadero cuerpo de Ejército, situó una División en Celaya, otra en Salvatierra, una Brigada de Conservación en Arroyo Zarco y dejó el nucleo principal en Querétaro.  En seguida y por orden del Ministro de Guerra cambiaron el Cuartel General a Acámbaro donde permanecieron poco tiempo en el cual el Gobierno le mandó para que fueran ocupados en el Ejército, al Sr. Lic. Matias Romero y al General Sr. Rafael Benavides, El  General Díaz colocó al Lic Romero como Jefe de su Estado Mayor y Secretario y al General Benavides lo nombró General en Jefe  de la Primera División.

En los últimos días de julio de 1863 y con el objeto de tratar algunos asuntos de importancia con el Gobierno, el General Díaz mandó al Lic, Romero a San Luis que era entonces la Residencia del Gobierno Federal.  Entretanto había ocurrido allí un cambio de Gabinete, para contar el Sr. Juárez con el prestigio de Don Manuel Doblado, Gobernador de Guanajuato, le había nombrado Ministro de Relaciones, Doblado puso como condición para aceptar el puesto, se revocara el nombramiento a Don Juán Antonio de la Fuente, que había salido para los Estados Unidos, como Ministro de México, el Sr. Juárez tuvo que pasar por esta exigencia para asegurar los servicios de Doblado y propuso que fuera Romero en lugar de Fuentes, así es que de esta manera el Lic. Matias Romero tuvo que admitir ese cargo con gran molestia porque ya no podría colaborar con el Ejército del Centro.


Más tarde, durante la permanencia del Ejército en las Plazas de Celaya, Salvatierra, Querétaro y San Juán del Río, las expediciones del Cuartel General no podían hacerse de un punto a otro, sino con una gruesa escolta, o fingiendo unos movimientos para hacer otros, porque el camino esta interceptado por unos bandidos, los hermanos Troncoso que algunas veces reunian hasta 400 caballos.  Esto lo explicó el General Díaz al General Comonfort, al revelarlo en el mando del Cuerpo del Ejercito que había estado a sus ordenes, pero no le dió importancia a la información, y a los pocos días de su separación, intentó hacer una travesía en coche con 50 caballos de escolta de San Miguel Allende para Celaya, desafotunadamente fue asesinado por los Troncoso, cerca de Chamacuero.

Proximo capitulo:  
MARCHA PARA OAXACATASCO Y PUNGARANCHO y LLEGADA A OAXACA 

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