Mas de cien postales, mas de cien mentiras. Fotografia 64 de 366
Volví al bar a la noche siguiente, a brindar con su silla vacía.
Me pedí una cerveza bien fría y entonces no sé si soñé
o era suya la ardiente voz que me iba diciendo al oído:
"Me moría de ganas, querido, de verte otra vez."
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