domingo, marzo 20, 2016

Quema del Judas

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, querida gente bonita de todo el globo terraqueo, es un verdadero gusto saludarlos, saber que están ahí, les agradezco mucho que se tomen la molestia de visitar nuestro blog que hacemos con mucho entusiasmo, como ya se acerca Semana Santa, les platicaré de una tradición sencilla e infantil.



Como les decía "La quema del Judas", es una tradición muy antigua que se realiza en algunas partes de nuestro país, la verdad desconozco donde nació, pero aun en nuestros días no se ha perdido del todo.

Se trata de lo siguiente:  pasados los días grandes de "Semana Santa", días de vigilia, de oración, de silencio, de procesiones, de representación de los evangelios, de visitas a las iglesias. Llega por fin el sábado de Gloria y el Domíngo de Resurrección.  Se abren las cantinas, los bares, los antros, los billares y de nuevo le damos "vuelo a la hilacha", pero aun falta algo que casi olvidamos y es la "Quema del Judas".



Se comienza a trabajar una o dos semanas antes de "La Semana Mayor", en la confección del muñeco participa toda la familia, lo primero es formar una cabeza con un globo y papel maché o sea tiras de papel periódico como de 3 cm. de ancho, debe ser de este tipo de papel pues si no tiene esta textura no sirve, se pegan al globo con un pegamento casero llamado engrudo, que no es otra cosa que harina y agua que se pone al fuego y se calcula la consistencia del cocimiento, no debe quedar ni muy espeso ni ni muy aguado, sino todo lo contrario jijiji, le ponemos varias capas de tiras de papel como envolviendo al globo y en seguida lo ponemos al sol a secar, quizás se lleve uno o dos días, mientras tanto se elabora un forro de tela con la forma de una figura masculina de tamaño natural, se rellena de aserrín, trapos viejos, borra, etc, etc, dentro de este forro se colocan muchos triquis, dulces y juguetes. Cuando nuestra cabeza (la de la figura)  ya está seca se pincha el globo y procedemos a pintarlo de color carne o rosa bajito la parte que será la cara, dandole las facciones, con las características del personaje que una quiera crear, puede ser de un cantante, de un conductor de programas de televisión que nos caiga muy mal, de un dentista que nos haya hecho sufrir mucho, de un político corrupto, de un diablito, o simplemente como una caricatura de algún amigo, conocido o vecino. En seguida le pegamos estambre a modo de cabello o  puede pintarse la cabeza del color que uno prefiera, tambien podemos formar la cabeza de cartulina, de cartón o comprar una máscara y colocarsela al globo.   En fin usemos nuestra imaginación y ya tenemos listo al monigote que representa a Judas Iscariote, quien vendió a Cristo por 30 monedas de plata, entonces se procede a vestirlo con ropa vieja, pantalones raidos, cinturón, camisa de tonos alegres, chillantes, traje, saco, el calzado puede ser zapatos, tenis o huaraches, en la cabeza puede llevar sombrero, gorra o paliacate rojo, también se le puede poner lentes oscuros, corbata, guantes rellenos para que sean sus manos y creo que ya es todo, en fin puede una adornarlo como quiera. Entonces se coloca amarrado a una silla. a una pilastra o a un árbol en la banqueta de la casa del dueño y ahi permanece toda la semana, llamando la atención del público, hasta que le llegue la hora de pagar sus culpas, a eso de las 5 de la tarde del día sábado el dueño o dueños del Judas, salen de su casa, con un montón de gente ya reunida en la calle en especial de niños y recorren algunas cuadras de la colonia, acompañados con música ya sea de tambor, carrizo y silbatos o música grabada, todo es alegría, gritos y bailes.  Para darle más colorido a esta celebración también se acostumbra que vayan bailando unas botargas gigantes hombres y mujeres vestidas con ropas tipicas (monos de calenda)  o en su defecto un grupo de parachicos haciendo sonar sus chinchines.










Esta divertida tradición se conserva gracias a personas generosas, como Don Adán Rosales Cundapí, de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, quien desde hace mucho tiempo, cada Semana Santa, se da a la tarea de crear un "Judas", muy bien hecho, resistente y hasta articulado, pues tiene movimiento en los brazos, además hace monos de calenda y mascaritas para los muchachos que bailan y lo acompañan en el recorrido que hace en su Colonia. Todo este trabajo lo hace con mucho entusiasmo en su pequeño taller, sin obtener ninguna ganancia, sólo su propia satisfacción de lograr hacer pasar un buen rato a las personas sobre todo a los "peques".














Luego del paseito se regresa a la casa y se pone al fantoche en medio de la calle, ya sea en el suelo o colgado de un lazo de extremo a extremo de la calle y zas se le prende fuego al "Judas" que comienza a retorcerse como tlaconete salado y pronto explota la tricazón y salen disparados los dulces y juguetes que los niños atrapan jubilosos y se quedan a mirar hasta que del pobre "Judas" no queda más que cenizas. El anfitrión si no es codo ofrece aguas locas a los mirones y juguitos y alguna que otra golosina y así es como termina esta tradición que es algo inocente, divertida y que hasta la fecha tengo entendido no ha causado ningún accidente.




Hasta la vista amigos, seguidla pasando de agazajo, que ya volvereis al rudo trabajo cotidiano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario