RENDICION DE OAXACA
DEL 8 AL 9 DE FEBRERO DE 1865.
Por los motivos antes
descritos al General Porfirio Díaz no le quedó más remedio que entregar la
plaza, como a las diez de la noche del día 8 de febrero de 1865, se dirigió al
Cuartel General de Montoya, sin previo armisticio, acompañado de los Coroneles
Apolonio Angulo y José Ignacio Echegaray a quienes intencionalmente llevó para
que presenciaran la entrevista con General Bazaine al entregar el sitio de
Oaxaca porque no podía defenderse ya y que estaba a su disposicion, éste
creyendo que éllo equivalia a su sumisión al imperio, le dijo que se alegraba
mucho de que volviera de su extravío que el calificó de ser muy grande al tomar
las armas contra su soberano. El General Díaz le contestó que ni se
adhería ni reconocía el imperio que le era tan hostil como lo había sido
mientras estuvo detrás de sus cañones, pero que la resistencia era imposible y
el sacrificio estéril porque ya no tenía hombres ni armas. Despues habló
el General Bazaine de ciertas dificultades que los franceses podían tener para
ocupar la plaza, porque sabían que había muchas minas, las cuales posiblemente
podían estallar, el General Díaz le contestó que efectivamente había algunas,
pero que se había visto en la necesidad de descargarlas con el objeto de hacer
cartuchos, porque no tenía municiones con que defenderse, que facilmente podían
descargarlas las pocas que quedaban, porque se sabía bien el lugar en que
estaban y mandaría a un oficial de artillería para ese fín. Así se hizo
aunque siempre estalló una mina porque un zuavo tiro imprudentemente la piola y
causó explosión, Después se dió la orden de suspender los fuegos dominantes de
los cerros. Ya no se volvió hacer uso de las armas y el General Díaz y
Compañía fueron retenidos en el cuartel general el resto de la noche. En la
madrugada de esa misma noche el General Diaz por acuerdo del General Bazine
mandó al Coronel Echaragay con instrucciones de que se entregaran otros
puntos al enemigo y despues que amaneció Bazaine mandó a Díaz a la plaza con
Don Juán Pablo Franco y una escolta de Cazadores de Africa, Para que Don
Porfirio diera orden de que se permitiera la entrada a los franceses, y en
seguida llegó el General Brincount con su regimiento hasta el Palacio del
Estado, tomando de esta manera posesión de la ciudad el ejército francés.
CONDUCCION A PUEBLA COMO
PRISIONERO DE GUERRA
DEL 10 AL 28 DE FEBRERO DE 1865.
Despues de haber rendido
la plaza a los franceses, el General Diaz, obiamente muy trizte pasó a
Montoya y de allí fue conducido en la noche del día 9 para Etla, como
prisionero de guerra, con escolta y excesiva vigilancia al mando del Comandante
Chapie. Así llegó a Etla en compañía de los licenciados Justo Benitez y
Miguel Castellanos Sánchez y de los Generales Cristóbal Salinas y José María
Ballesteros y de los Coroneles Ignacio Echegaray y Apolonio Angulo. En
Etla fueron alojados en casa de Don José María Filio, una da las mejores del
lugar en la cual anteriormente estuvo el General Bazaine.
Estando en Etla se le presentó el Mayor de Caballería Vizconde de
Kelan, que había pertenecido al Estado Mayor del Emperador Napoleón, según él
le contó al General Díaz, que entonces servía en Húsares de la Guardia
Real, el Vizconde se encargó de sus custodias hasta Puebla y los trató con
mucha amabilidad, pero a la vez con mucha vigilancia y tomando toda clase de
precauciones. Varias veces pedía permiso al General Díaz, para dar el primer
toque de marcha y le preguntaba con frecuencia si deseaba hacer alto en algún
punto, y así llegaros a Puebla. De Etla a Puebla fueron por el camino de la
Mixteca y Acatlán, y siguiendo al General Bazaine en su regreso a la ciudad de
México.
Proximo capitulo: PRISION EN PUEBLA y SEGUNDA EVASION DE PUEBLA
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