sábado, febrero 04, 2017

Porfirio Diaz el heroe olvidado, Capitulo XXVIII

COMITLIPA
4 DE DICIEBRE DE 1865.


El General Díaz tuvo una fiebre palúdica que le duró tres días, pero teniendo el General Visoso noticias de su enfermedad, se aproximo a una distancia de seis a siete leguas, con cuyo motivo engañó el General Díaz a su propia gente afectando una gravedad que no tenía y Visoso vino a situarse hasta el pueblo de Tepetlapa, en donde el General Díaz podía forzar la marcha en una noche, darle un golpe al amanecer, que era probable lo mismo que Visoso intentaba hacer.

Así lo hizo el General Díaz, y el 3 de diciembre en la noche sin dar ningún toque y de la manera más sigilosa levantó y organizó su fuerza y emprendió la marcha con la cautela necesaria hacía el pueblo de Tepetlapa, entradas y caminos conocía muy bien.

Llegó a Tepetlapa y allí supo que Visoso había marchado a las nueve de la noche por Comitipla que no está muy lejos de aquel pueblo. Aunque todavía faltaba mucho para que amaneciera, siguió su marcha hasta Comitlipa sin dificultad alguna, al llegar en la madrugada del 4 de diciembre de 1865, a un lugar del camino de donde se descubre el pueblo de Comitlipa, vió en un cerrito que está casi a tiro de pistola de la plaza, una gran fogata y comprendió que allí había una guardia de observación, vió como aun no amanecía no podía ser visto.  En un reconocimiento que practique con dos hombres, dejando toda su fuerza en el camino, pudo comprender que el enemigo no tenía ninguna avanzada por el lado del camino en que él estaba y que solo ocupaba el centro del pueblo, esto es, la Plaza, Casa Municipal y la colina.

Bajó antes su infantería y la escondió en unos espesos carrizales y arboleda que había a muy poca distancia de las primeras casas y la dejó allí a las ordenes del Capitán Don José Guillermo Carbó y del Teniente Coronel Don Juan José Cano y volvió al punto elevado del camino en donde habia quedado su caballería.  Espero a que amaneciera, y cuando ya había luz emprendió la marcha con la fuerza, haciéndose visible en el camino y vió perfectamente que bajó un hombre corriendo de la colina, sin duda a avisar a Visoso. Creyó que éste saldria a su encuentro, pero no fue asi, y tuvo que llegar hasta la plaza a tirotearlo, para que saliera a perseguirlo.

Como los del cerro habían podido ver y hasta contar la fuerza de caballería que traía y que apenas llegarían a 100 hombres, Visoso se animó a perseguirlo y salió briosamente tras él.  Cuando hubo llegado al carrizal le rompieron los fuegos del Capitán Carbó y el Teniente Coronel Cano cortándole el camino primero y batiéndolo el otro por el costado, en los momentos en que el general Porfirio Diaz con la caballería lo cargaba rudamente por la llanura de su izquierda, a donde corria su gente en desorden al sentir los fuegos a quemarropa que salian del carrizal.

Fue derrotado completamente Visoso y huyó solo con unos 20 o 30 hombres de caballería, dejando 81 muertos, entre los cuales había tres oficiales y prisionera casi toda su infantería que le sirvió para formar con el piquete de cabos y sargentos oaxaqueños que había encontrado en la Providencia, el Batallón Fieles de Oaxaca, cuyo mando tomó desde luego el Capitán Don José Guillermo Carbó a quien ascendió a Mayor con ese objeto.

Por parte de los republicanos tuvieron 11 muertos entre los cuales estaba el Teniente Coronel Tomás Sánchez, y nueve heridos entre éllos el Capitán Bonifacio Valle, que lo había sido también en el encuentro de Tulcingo, y cuya herida no estaba cicatrizada.

OPERACIONES CONTRA SILACAYOAPAN Y TLAXIACO
DEL 6 DE DICIEMBRE DE 1865 AL
29 DE FEBRERO DE 1866.


El General Díaz volvió a Tlapa donde permaneció algunas semanas, sin que ocurriera acontecimientos notables,  así que aprovechó la calma para instruir y organizar su pequeña fuerza de combate.  En busca de recursos y hombres emprendió una marcha para el Estado de Oaxaca, penetrando por el Distrito de Silacayoapan.  Las pequeñas guarniciones del enemigo que habían en aquellos pueblos se retiraban al tener conocimiento de su arribo al pueblo de Silacayoapan, cabezara del Distrito de su nombre, porque conocían que todos esos pueblos simpatizaban con la causa nacional. y él lo ocupó el 13 de diciembre de 1865.

Expidió algunos decretos y pasó en seguida con la intención de sorprender a Tlaxiaco, que estaba  defendido por el General Trujeque. Después de algunos pequeños combates ocasionados por varias salidas que éste hizo, se resolvió a abandonar la plaza,  que ocupó la fuerza liberal el 22 de diciembre de 1865, persiguiéndolo en su retirada para Teposcoluta hasta el poblado de Santiago Yolomecal en donde se abandonó la persecusión y volvieron a Tlapa.  Cuando se enteraron los franceses que estaban en Oaxaca de estas acciones mandaron fuerzas superiores para contrarrestar el ataque, por lo cual el General Díaz se vió obligado a abandonar estas plazas y retirarse a la costa.


Sabiéndo en los primeros días de enero de 1866 que en Silacayoapan había una fuerte guarnición austriaca, y con el fin de hacerla salir de aquel puesto, el General Diaz amagó seriamente a Tlaxiaco, y lo atacó por dos días logrando su objetivo, pues los austriacos se dirigieron a ese pueblo y él ocupó Silacoyoapan.  Se dirigió entonces a Tlaxiaco y lo atacó por dos días, el 6 de enero de 1866, pero supo que venian refuerzos considerables para el enemigo que estaban ya a cinco leguas de Tlaxiaco y tuvo que evacuar sus pocisiones frente a aquel  pueblo, (lo bueno que no fue dentro del pueblo) el 28 del mismo mes rechazó a una partida de traidores que asaltó Silacayoapan, muriendo su Jefe.

Proximo capitulo: REPOSICION EN EL MANDO DE LA
LINEA DE ORIENTE y LO DE SOTO

No hay comentarios:

Publicar un comentario