sábado, marzo 11, 2017

Porfirio Diaz el heroe olvidado, Capitulo XXXIV

LA CARBONERA.
18 DE OCTUBRE DE 1864.

Como la incomunicación a que se había reducido el enemigo en el sitio de Oaxaca era perfecto, El General Díaz le interceptó un pliego en el que se le avisaba que una columna de 1300 hombres, en su mayor parte austriacos y franceses reenganchados, se dirigía a auxiliar la Plaza y se recomendaba a Ornoz que se sostuviera a todo trance hasta la llegada de esa columna y que protegiera su entrada.

Seguro de que los sitiados no tenían conocimiento de la venida de ese auxilio, levantó su línea en la noche del día 16, la reunió toda en la hacienda De Aguilera, y atravesó por encima de los cerros, para no dejar huella por el camino nacional, emprendió la marcha para Etla, con objeto de proteger a una pequeña columna que venía a las ordenes del General Don Luis Pérez Figueroa a  incorporársele por el camino de Teotitlán; y como el que seguia el enemigo se reúne con el que traía la Brigada Figueroa, en un punto cerca de La Carbonera, era muy posible que fuera batido antes de que se le incorporara.  No pasó esto así, porque el General Figueroa llegó a San Juan del Estado a las nueve de la mañana del día 17, casi en los momentos en que El General Díaz llegaba al mismo pueblo para proteger su marcha.

Volvió a Etla con toda  su fuerza, incorporado ya Figueroa, y ejecutó un movimiento de retroceso con toda la caballería hasta la Hacienda Blanca, a seis kilómetros de Oaxaca, para hacer creer al enemigo que volvían a establecer el sitio; pero despues de media noche  salió de la Hacienda Blanca habiendo anticipado sus ordenes para que la infantería y artillería marcharan para La Carbonera, tomando el camino de Tenexpa y Huitzo.

Alcanzó la columna al salir de Etla y poniéndose a su cabeza, marchó con ella a paso bastante acelerado hasta La Carbonera, porque temía que el enemigo ocupara ese punto antes que él, en cuyo caso lo batiría en descenso, ventaja que él quería alcanzar sobre el enemigo; y aunque no pudo lograrla del todo, porque llegaron simultáneamente a la meseta de La Carbonera, que es el punto más elevado de la montaña, tomó poseciones adecuadas para batirlo en la principal eminencia donde tenía colocada su artillería y sobre la marcha ordenó que una pequeña columna, a las ordenes de Coronel Don José Segura y Guzmán, hombre muy conocedor del terreno, para que sin tomar parte en el combate, se situara a la derecha del enemigo detrás de una pequeña eminencia y con una barranca de por medio, procurando no ser visto ni sentido, estuviera listo para cortarle la retirada al enemigo cuando se le ordenara, operación que favorecía  grandemente una curva que acercaba a Segura el camino por donde tenian que retirarse.

Formó la primera línea poniendo al Coronel Felíx Díaz en el centro, al General Figueroa a la derecha
y al Coronel Fidencio Hernández a la izquierda.  La caballería  mandada por el General Vicente Ramos, formó la segunda línea.  Aun no acababa de colocar sus tropas cuando el enemigo destacó una intrépida cadena de tiradores franceses que avanzaron muy cerca de su línea, sin que pudiera impedirlo, el fuego de los suyos y su artillería. Fue necesario hacer un ataque formal con dos pequeñas columnas, y esto ocasionó que el enemigo emprendiera un ataque decisivo sobre ellos. No obstante que el General Díaz reforzó sus columnas con otras nuevas, fueron obligadas a retroceder por el empuje del enemigo, bien sostenido por su caballería que en su mayor parte era hungara.

Metió entonces al combate toda la reserva que le quedaba, lo mismo que la caballería que había abrigado en un torno de la carretera, y en cuanto el enemigo llegaba desordenado a su base de operaciones, que consistía en una pequeña reserva de artillería, el General Díaz, movió por medio de un toque combinado, al Coronel Segura quien según sus instrucciones debía atacar al enemigo por la espalda comenzando por cortar la carretera que era su única retirada,y su ataque vigoroso por el frente determino la fuga de la caballería traidora y una parte de la humgara, dejando en el campo de batalla cinco cañones y y retirandose todos los soldados en loca carrera.

Les hicieron una persecución de más de cuatro leguas obteniéndo otro cañón  que aún les quedaba y 700 prisioneros en los cuales había muchos oficiales austriacos de infantería.

La caballería, lo mismo la mexicana que la hungara se escapó en su mayor parte, con exepción de 30 a 40 hombres que por haber perdido el camino, fueron capturados en la selva por paisanos armados y dos días despues conducidos a Oaxaca.

La fuerza al mando del General Porfirio Díaz, se componía de cosa de 1600 aguerridos soldados que pelearon como leones y la enemiga contaba con 1300 hombres, seis cañones rayados de 7 cm. del sistema austriaco, mientras  que la artillería de los liberales consistía en dos obuses lisos de montaña, sistema grigoval y pedrero contrahecho.

Toda la oficialidad de infanteria fue hecha prisionera.  Entre los prisioneros había mas de 20 oficiales austriacos.

QUINTO SITIO Y TOMA DE OAXACA
DEL 20 AL 31 DE OCTUBRE DE 1865.

El 19 volvió El General Díaz a Huitzo y el 20 a Oaxaca para restablecer el sitio.

La primera noticia que tuvo de Oronoz de que venía a auxiliado una columna  y que había sido derrotada,  fue una de las circulares que mandó el General Díaz a todos los poblados para que le mandaran hombres y camillas para conducir a los heridos.

Oronoz se enteró naturalmente de que había tenido lugar un reñido combate; pero dudaba de su resultado h había ordenado al Jefe que mandaba el Fortín de la Soledad, que cuando alguna columna de tropa se acercara a la ciudad, disparara, como aviso a la plaza, si era amiga, tres tiros de cañón consecutivos, y si era enemiga, un solo tiro con bala en la dirección en que se presentara la columna.

Como los jefes republicanos formaron en la primera columna a los prisioneros austriacos y estos portaban uniforme rojo, el Jefe del Fortín de la Soledad creyó que habían triunfado los austriacos, y avisó la presencia de una columna amiga, equivocación que no tardó en darse cuenta cuando cuando los vió más cerca. Los republicanos reocuparan sin que el enemigo opusiera demasiada resistencia, toda la línea que había ocupado antes, con muy poco trabajo y con tiroteos que duraron hasta la media noche, haciendo, haciendo desfilar a los prisioneros y sus respectivas escoltas por el centro de la ciudad, para reparar la moral de ésta, y alojandoles en el panteón  que está ubicado en el lado oriente.

Al día siguiente el mejor soldado de México, claro está El General Porfirio Díaz, bueno sigamos con lo que sigue,  siguió extrechando el sitio, y cuando se preparaba a asaltar el Fortín de la Soledad, como operación preliminar, y asaltar en seguida la Ciudad, el enemigo tocó parlamento. y le propuso la entrega de la Plaza mediante algunas condiciones, a lo que el General Porfirio Díaz contestó que sólo aceptaría su rendición incondicionalmente.  Así se la ofreció por medio de un parlamentario y nombró en comisión para el arreglo de los detalles de capitulación al General Figueroa y a los Coroneles Manuel González y Feliz Díaz. El enemigo se rendió a discreción el 31 de octubre. Entonces Incluyó toda la tropa de Oronoz en sus batallones y estableció prisiones convenientes para los Jefes y Oficiales.

Al ocupar la Plaz de Oaxaca, el ilustre General Díaz, dió el cargo de General, usando la autorización que le había concedido el Gobierno Federal y por necesitar de Jefes de esta Graduación, a los Coroneles Manuel González y Faustino Vázquez Aldana, no habiéndo hecho lo mismo con el Coronel Díaz, por ser su hermano, sin embargo de que se lo suplicaron los Coroneles ascendidos; pero habien este hecho llegado a oidos del Gobierno Federal, le mandó de San Luis el despacho de General Graduado para su hermano, que si lo merecia pues luchó con entusiasmo y valor en muchas batallas acompañando a su  famoso hermano.

El General Díaz, permaneció en la Ciudad de Oaxaca ocupado preferentemente en organizar sus fuerzas hasta el 12 de diciembre de 1866, en que salió para Tehuantepec, pero dejemos que sea el mismo quien nos cuente el motivo de su visita a esta población.


"Habiéndo tenido ocasión de notar en el curso de la campaña, el estado de atraso  que guardaba en el país la educación de la mujer, lo cual la hacía egoísta, y la grande influencia que élla naturalmente ejercía sobre el hombre, pues en muchas ocasiones era bastante para entibiar el entusiasmo de mis soldados y hacerlos desistir de su propósito de pelear por la Independencia de su Patria, me pareció que tenía el deber de promover su educación, y con este objeto, al ocupar a Oaxaca, después de la rendición de Oronoz, y sin embargo de la grande escacez de recursos con los que luchaba y de la necesidad de aplicarlos de toda preferencia los muy pocos de que podía disponer a la organización del ejército con que intentaba hacer mi campaña contra Puebla y México,  Establecí el 2 de diciembre de 1866, una Academia de educación secundaria para niñas, que fue la primera que se organizó en los Estados, y tuve la satisfacción de instalarla el 15 de enero de 1867 y he tenido el de verla después prosperar y producir muy buenos resultados, pues ella ha mejorado grandemente la condición moral e intelectual de la mujer en Oaxaca."

Proximo capitulo:  LA CHITOVA y TEQUISIXTLAN

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