sábado, enero 02, 2016

Porfirio Diaz el heroe olvidado capitulo XII

INTERVENCION FRANCESA
DEL 31 DE OCTUBRE DE 1861 AL
20 DE ABRIL DE 1862.

Entretanto se habian preparado en  Europa graves sucesos en contra de México, el Emperador Napoleón III,  deseaba establecer un imperio en México, lo cual le daría grandes influencias en este hemisferio, pues México quedaría como una dependencia suya,  España deseaba también establecer una monarquía en México con un principe español en el trono e Inglaterra no deseaba quedar fuera de una empresa tan importante que podría darle beneficios.  Estos paises estaban empeñados en intervenir en los asuntos internos de México por medio de las armas tomando como pretexto la Ley expedida por el Congreso Mexicano el 17 de julio del año anterior que había suspendido por dos años, el pago de las deudas que nuestro país había contraído con dichas naciones.


El 14 de diciembre de ese mismo año, llegaron a Veracruz los primeros barcos españoles que conducian el contingente de su país comandados por el Almirante Don Joaquín Gutiérrez  y Ruvalcava.  El 17 de diciembre fue ocupada la Ciudad de Veracruz, que había sido abandonada antes por el Gobierno Nacional.  Poco despues llegó el General Prim, como Jefe del Contingente militar español, que debía componerse de seis mil españoles, el francés de tres mil y de setecientos marines el inglés.

La llegada de los españoles antes de las otras naciones disgustó a éstas y determinó al Gobierno francés a mandar tres mil hombres más.

El General Don Manuel Doblado, Secretario de Relaciones del Gobierno Nacional, salió de México para conferenciar con los paises inconformes, al percatarse que no estaban muy de acuerdo entre ellos, se aprovechó de esta circunstancia, y firmó un convenio preliminar  en la Soledad el 19 de febrero de 1862 con el fin de que se arreglaran las dificultades en forma amistosa, y el Gobierno de   México permitió a las fuerzas aliadas ocupar Córdova, Orizaba y Tehuacán, con la condición de que si las negociaciones  no tuvieran un resultado satisfactorio regresaran las fuerzas aliadas a su campamento de Paso Ancho, en el camino de Cordova y Paso de Abejas en el de Jalapa.

Este convenio fue firmado por todos los interesados y en consecuencia, las tropas españolas ocuparon Cordova y Orizaba, los franceses Tehuacán y los marines ingleses permanecieron en sus buques en Veracruz.  En los primeros días de marzo, desembarcó en Veracruz el Conde De Laurencez, Comandante en Jefe del contingente frances.  Las miras e intereses contrarios de cada uno de los aliados, ocasionaron una ruptura completa entre ellos, y el 9 de abril los españoles e ingleses decidieron regresar a sus paises, y los franceses retroceder a Paso Ancho para comenzar desde allí sus operaciones militares.

Los frances expidieron En Córdoba un manifiesto el 16 de abril de 1862, en el que solicitaban abiertamente el auxilio del país en favor de sus aliados los reaccionarios mexicanos, para establecer un gobierno sólido en México y se comprometían a cumplir con las obligaciones que habían contraído por el artículo 4o. en la Convención de la Soledad, pero en vez de proceder así regresaron de Córdoba y sin llegar a Paso del Macho conforme se había comprometido y asumiendo ya una actitud amenazante proclamaron su propósito de auxiliar a los conservadores mexicanos para lograr sus ideales.

ACULTZINGO
28 DE ABRIL DE 1862.

El 23 de noviembre siguiente se organizó un cuerpo de  ejército de aproximadamente 10,000 hombres, a las ordenes del General Don José López Uraga, del cual formaba parte Don Porfirio Díaz como Mayor General de la 3a. división, que estaba a las ordenes del General Don Ignacio Mejía.  En estas condiciones marchaban para orizaba y el General en Jefe ordenó que la primera brigada de la tercera división se situara en Córdoba y como puesto de avanzado la del General Díaz en El Camarón, así como una de caballería en la Soledad.  El General Uraga tuvo algunas entrevistas con el General Prim y desmoralizado por el aparato de las fuerzas europeas que habían desembarcado, creyó que no tenía los elementos necesarios para hacer una buena defensa y lo dijo a sus soldados y al Gobierno, por lo cual fue relevado por el General Don Ignacio Zaragoza, el 21 de febrero de 1862.


Antes del relevo del General Uraga, hicieron por su orden un movimiento de avance hasta la Soledad, con toda la masa del ejército, porque creyó que el enemigo se había movido de Veracruz hacia éllos, no habiendose realizado este temor, el General Zaragoza, mandó que volvieran  a ocupar sus antiguos cuarteles.  Entretanto las convenciones de la Soledad, dieron por resultado la retirada del ejército hasta Chalchicomula y la ocupación pacífica por el enemigo de las plazas de Córdova, Orizaba y Tehuacán, el núcleo principal  del ejército mexicano se colocó en San Andrés Chalchicomula con la Brigada a cargo del Mayor General Díaz Mori, reforzada por uno de los batallones de la primera, se estableció como puesto avanzado, dos baterias de batalla en la cañada de Ixtapa y Cuesta Blanca.

E 6 de marzo de 1862 tuvo lugar en San Andrés un suceso trágico causado por descuido de los jefes respectivos y del cual fue victima la primera Brigada de la Primera División compuesta exclusivamente de las fuerzas oaxaqueñas, Se dejó en un almacén donde se alojaba la brigada, una gran carga de municiones, las cuales se incendiaron en la noche probablemente  con alguna chispa de las fogatas que hacian las mujeres de los soldados para preparar los alimentos, causando la muerte de
1,042 soldados y 475 mujeres, quedando heridos más de 200 soldados y más de 500 vecinos de la población próximos al lugar del incendio.

Despues de algunos días el enemigo hizo su movimiento de retroceso, según se había comprometido, para volver a la zona cálida, con el fin de que el ejército mexicano ocupara los cerros del Chiquihuite y el Pinal.  En esa inteligencia marchaba el General Díaz a la vanguardia del ejército con la misma fuerza que había tenido en la cañada de Ixtapa.

Al llegar la vanguardia a Orizaba se le indicó ocupar el llano de Escamela,  mientras acababan  de salir de Orizaba las tropas españolas y francesas que quedaban allí. Al llegar la retaguardia del enemigo a Cordova, se destacó una pequeña columna de tropas francesas compuesta de 200 caballos e igual número de zuavos a la grupa de los jinetes, y vino rápidamente a chocar con la vanguardia, ésta se defendió heroicamente, sinembargo perecieron un gran número de soldados y caballos quedando el Teniente Coronel Don Felix Díaz, herido de un balazo en el pecho y prisionero en poder del enemigo, pero no contaban con su astucia porque al menor descuido de los franceses lo aprovechó para escapar y se internó en el bosque, llegando a Coscomatepec, donde recibió ayuda de las autoridades amigas, incorporandose dos días despues a la tropa de su distinguido hermano en Acultzingo.

Mientras tanto Don Porfirio mandaba tropas en auxilio de su vanguardia derrotada y mandaba aviso de lo ocurrido al General Zaragoza, éste venía en compañía del General Prim, que aún quedaba en Orizaba acompañado de su escolta, tanto los franceses como los mexicanos suspendieron sus fuegos al paso de los Jefes.

Luego de incorporarse el General Ignacio Zaragoza ordenó el movimiento de contramarcha, dejando al General Díaz con una pequeña fuerza para defender el camino más allá del llano de Escamola. Pasada media hora y cuando se incorporó el grueso del enemigo a su vanguardia que combatía con Díaz,  recibió ordenes de Zaragoza de incorporársele. Entonces emprendió su marcha a la defensiva hasta Orizaba y despues de salir de este punto ya no fue necesario defenderse porque no lo siguió el enemigo que pernoctó en Orizaba y la tropa liberal se quedó en el ingenio. Al día siguiente El General en Jefe dispuso que marcharan a Acultzingo.

Despues de dos días de permanencia en este punto, el General Porfirio Díaz, recibió instrucciones de que marchara con una brigada a Tehuacán, donde se pondrían a sus órdenes otras dos brigadas mandadas una por el General Mariano Escobedo y otra por el General Mariano Rojo y que con las tres marchara hacia Matamoros Izúcar con objeto de batir a las fuerzas de Márquez, que por allí venían con el propósito de reunirse al invasor extranjero.

Pernoctaron en Tehuacán donde se pusieron a las ordenes del Mayor General Porfirio Díaz, los Generales Escobedo y Rojo y al día siguiente marcharon para Matamoros, pero al llegar a Tlacotepec, recibieron nuevas ordenes en que se les prevenía contramarcha rápidamente, porque el enemigo se movía sobre Acultzingo, de donde el General Zaragoza había salido para ocupar las Cumbres colocando el núcleo principal del ejército en el lugar propiamente llamado Las Cumbres por el camino carretero, y con un fuerte destacamento de infantería,  en la altura que domina por la izquierda la carretera, mandada por el General Manuel Negrete, y otra enfrente dominando el mismo camino, mandada por el General Escobedo, que con este objeto el General Díaz lo había mandado al trote, por la cañada de Rojas, ámbos destacamentos tenían artillería de montaña.

Al incansable General Díaz, se le encomendó que cubriera con su Brigada el Puente Colorado y que con la Brigada de Rojo reforzara las Cumbres, donde estaba el Cuartel General, así lo ejecutó y al volver a ponerse a la cabeza de su brigada notó que el ejército comenzaba a retirarse en desorden, tuvo que hacer uso de toda su fuerza y don de mando, en el puente, para detener a los que huian, y los mandaba por la cañada de Ixtapa según los organizaba en columnas de 500 hombres, poniéndoles Jefes y Oficiales que escogía de entre los mismos fugitivos, pues no había de otra.  Ejecutaba esta operación el 29 de abril de 1862, cuando llegó el General en Jefe con su Estado Mayor, aprobó el procedimiento del General Díaz y despues de que pasó todo el ejército a su puesto, menos los soldados que mandaban los Generales Negrete y Escobedo, que habian tomado diversos caminos para ir a incorporarse a las fuerzas que estaban en la cañada de Ixtapa, se le dijo al General Díaz que detuviera allí al enemigo el mayor tiempo posible, mientras él podía tomar otras disposiciones. El ejército  invasor apareció en las Cumbres y en el cerro que por la izquierda domina el Puente Colorado, a medio tiro de fusil. El General Díaz había colocado su infantería cubierta en los barrancos, en condiciones de poder hacer fuego, y habían dejado descubierta la única batería que tenía y su escolta en tiradores y la caballería en segunda línea fuera de la zona peligrosa. Duró el combate hasta las diez de la noche, hasta que emprendió la marcha por orden del General en Jefe, hacía la cañada de Ixtapa, dejando sus posiciones cubiertas por la caballería.


Proximo capitulo: Puebla

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