lunes, enero 25, 2016

Porfirio Diaz el heroe olvidado capitulo XVI

SITIO DE PUEBLA
MANZANA SANCHEZ ROMAN,
SANTA INES
DEL 19 AL 25 DE ABRIL DE 1863.

En la tarde del 19 de abril el General Díaz se hallaba de visita en la manzana que mandaba el Coronel Sánchez Román, contigua a su línea, fué aquella atacada vigorosamente procediéndo al asalto un cañoneo en brecha que descubrió una zahuarda que la limitaba con la calle. La trinchera de esa manzana estaba trazada en curva y defendía todo el lado que ve al occidente y la mitad del que ve al sur, y se había destruído toda la construcción interior que quedaba fuera del glamís, para dar campo de tiro a la trinchera, quedando solamente como cortina o máscara de la fortificación las tapias y algunos cuantos exteriores que daban a la calle. Cuando la brecha estuvo abierta se le ocurrió al General Díaz que un pelotón de rifleros armados de revolveres ocultos en aquella zahuarda que era de las pocas piezas que quedaron en pie podría contener el asalto, puesto que solo por esa brecha podía venir el enemigo y fue personalmente a ver que podía hacerse, pasando el foso por una viga a establecer el destacamento, a la sazón que los franceses habían penetrado por la extremidad de la misma calle sin abrir brecha y habiéndo forzado una puerta por medio de un petardo. Cuando regresó de colocar el destacamento, los suavos estaban ya dentro de las trincheras, ya habían hecho prisioneros al destacamento que él había colocado en la brecha,  menos  a dos o tres soldados, que como él pudieron escalar las azoteas y caer en otras casas que aun estaban ocupadas por fuerzas mexicanas y al salir de allí a la calle donde hicieron una suprema defensa que impidió el paso al enemigo más allá de la manzana ocupada por Sánchez Román, a la que llamaban la manzana del Mesón de la Reja. El General Díaz tuvo la desgracia de presenciar y hasta de ser autor de la pérdida de esa manzana, sin que las tropas que la defendían estuvieran a sus ordenes, solamente por el afán de ayudar cuando fue atacada dicha manzana, pero en esta ocasión las cosas no le salieron bien.

Vino despues el 25 de abril de 1863, el ataque al fuerte de Santa Inés que mantuvo el General Don Miguel Anza y fue de los más reñidos y destacados, y en el cual  fue rechazado el enemigo dejando más de 100 muertos en los parapetos y dentro de las obras de defensa y muchos prisioneros, entre los cuales había varios oficiles, lo mismo entre los muertos.  Durante el ataque a Santa Inés, los fuegos, tanto de la trinchera de Díaz que estaba en la calle con frente para donde debían pasar las columnas de los asaltantes, como los de los balcones de ambas aceras de la calle de San Agustín, pese a ser eficaces no le parecieron suficientes y en los momentos en que el ataque era más violento, sacó por una de las puertas que daban a las azoteas de los cuartos bajos de la huerta, unos pelotones de infantes que llegaron hasta la esquina bajo los disparos que les hacía el enemigo y sus pelotones compuestos por sargentos y cabos de los balcones de enfrente hacían sus fuegos muy certeros sobre las columnas de asalto, cooperando así, casi decisivamente a cortar la columna y que los asaltantes que habían penetrado al Convento de Santa Inés no fueran apoyados por el resto de la columna, que se vió obligada a retroceder.  En este ataque se distinguió el Capitán Timoteo Rincón, que desgraciadamente sucumbió en el como otros muchos valientes.

Al día siguiente el General González Ortega, dió algunos ascensos a los oficiales que habían tomado parte en ese combate, al General Díaz se le otorgó el de General Efectivo de Brigada.

BATALLA DE SAN LORENZO
8 DE MAYO DE 1863.


En la noche del 7 de mayo de 1863, al hacer su vigilancia el General Díaz de la línea del enemigo desde las alturas de San Agustín, notó algún movimiento en sus tropas que le hizo sospechar que volvería a ser atacado en  esa misma noche. Observando cuanto le era posible a interválos de los fuegos de artillería que el enemigo hacia desde sus baterías de San Javier, probablemente para que sus movimientos no fueran advertidos, comprendió que se trataba o de un relevo de las tropas que cubrian la línea o de organizar columnas para un asalto, pues el ruido de armas, rumores de voces y toces que se repiten tanto cuando se mueve la tropa a altas horas de la noche.  Dió aviso al Cuartel General y a los Jefes de las lineas vecinas, puso a su tropa en actitud de resistir un ataque.  Momentos despues se escuchó la marcha de una columna que salía de detrás del edificio de San Javier y se dirigía a los campos del ejército del centro que había sido organizado desde el 30 de octubre de 1862 a las órdenes del General Comonfort, con objeto de auxiliar a Puebla. Puso este hecho en conocimiento del Cuartel General, quien mandó oficiales para verificar las noticias, que coincidieron con las observaciones hechas por el General Díaz, sin embargo no se hizo nada para ayudar al ejército del centro.


Al día siguiente 8 de mayo el General Díaz dió algunos ataques de iniciativa sobre la línea del enemigo que estaba frente a la suya, sin ningún resultado importante; pero pudo averiguar que estaba cubierta por tropas de línea que en la noche habían llegado a relevar a los batallones de zuavos que antes la cubrian.


El 9 de mayo, un emisario del General Forey con bandera blanca y tomando toda clase de precauciones se presentó en el Cuartel General de las fuerzas nacionales,  para comunicar por medio de un pliego que había alcanzado la victoria sobre el ejército del centro que le permitía ofrecer al General Ortega el canje de todos los prisioneros franceses sanos y heridos, por un múmero equivalente de los prisioneros mexicanos que había hecho el día anterior, y se realizó el canje quedando despues de esto terminado así el armisticio.

Proximo capitulo: RENDICION DE PUEBLA y PRIMERA EVASION DE PUEBLA

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