Una vez culminada la guerra de intervención francesa, Juárez, indebidamente se amparó en el artículo 128 de la Constitución de 1857 con la intención de continuar reeligiendose indefinidamente.
"Art. 128.
Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna rebelión
se interrumpa su observancia. En caso de que por un trastorno público se
establezca un gobierno contrario á los principios que ella sanciona, tan luego
como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y, con
arreglo á ella y á las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán
juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión,
como los que hubieren cooperado á esta."
Por nada del mundo
quería dejar la presidencia, Juárez se convirtió en Presidente de la República
por primera vez en 1858 y se mantuvo en el poder hasta 1867. y de nueva
cuenta lanzó su candidatura para el período 1867-1871, teniendo como opositor al
General Porfirio Díaz, quien decidió probar suerte en esta contienda. El
ganador con muchas irregularidades fue Don Benito Juárez.
Decepcionado por
este fracaso el General Porfirio Díaz, se retiró a su hacienda en compañía de
su familia. Pese a la derrota no quitó el dedo del renglón y siguió
participando en la política en espera de su oportunidad. Mientras tanto se
dedicó a desarrollar la fundición de cañones, pólvora y municiones, además de
la agricultura. Don Benito Juarez le ofreció como premio de consolación la
Legación mexicana en Washington, cosa que por supuesto rechazó este brillante
estadista.
El tiempo pasa
volando y se convoca a las elecciones presidenciales de 1871, como ya era
costumbre Juárez se postuló de nuevo, en esta ocación sus oponentes fueron,
Sebastíán Lerdo de Tejada, Presidente de la Suprema Corte de Justicia, y el General Porfirio Díaz, otra
vez salió electo Don Benito Juárez, esto ya olía a complot, como era de
esperarse los perdedores no quedaron conformes con el resultado e hicieron una
serie de impugnaciones a la elección que no sirvió de nada pues el resultado
fue el mismo. Lerdo de Tejada prefirió olvidarse de los juicios
electorales y seguir en su puesto, en cambio Díaz se rebeló.
REVOLUCION DE
LA NORIA.
NOVIEMBRE 8 DE
1871
Fue un
movimiento político militar, dirigido por el General Porfirio Díaz, debido a
las reelecciones de Don Benito Juárez. Lanza el Plan de la Noria el 8 de
noviembre de 1871, mediante el cual hace un llamado a todos los militares y
pueblo en general del país, para levantarse en armas en contra del Gobierno
Federal, de inmediato los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, entre otros
muchos se unieron a esta proclama, los sublevados avanzaron triunfalmente hasta
Toluca, pero ahí empezaron las derrotas y no pudieron llegar a la capital,
seguian los enfrentamientos con las tropas federales en forma desigual porque
estos eran más numerosos, bien armados y municionados. Pero sucedió lo
inesperado que el 18 de julio de 1872 Juárez fallece de una enfermedad del
corazón. Conforme lo establecía la Ley en ese entonces si el Presidente
Constitucional por algún motivo se retiraba de su cargo, asumía el poder el
Presidente de la Suprema Corte de Justicia, por lo tanto a Sebastián Lerdo de
Tejeda, le correspondió el nombramiento de Presidente Interino de México.
Al General Díaz, aunque no le gustó nada, no le quedó más que respetar esta designación. Los
pronunciados declinaron las armas pues muerto Benito Juárez, ya no tenía caso
continuar la lucha.
Poco después en
octubre de ese mismo año, se convocó a elecciones presidenciales, para el
período de 1872-1876. Se presentaron como candidatos el General Porfirio
Díaz y Sebastián Lerdo de Tejada, saliendo victorioso Lerdo de Tejada, el
nuevo Mandatario de la Nación decretó anmistía para todos los sublevados de la
Noria, pero con la condición de darles de baja del Ejercito Naciónal y
quitarles sus rangos militares obtenidos por su logros en campaña.
Otra vez trizte,
cansado y sin ilusiones (esto me recuerda la letra de una canción), el General
Porfirio Díaz regresó a Oaxaca, donde se encontró con una amarga noticia
de índole familiar y como las desgracias nunca llegan solas, se agudizó una
crisis en su economía, que lo obligó a vender su hacienda "La Noria"
y trasladarse como asociado a una finca dedicada al cultivo de azúcar,
ubicada en Tlacotalpan, Veracruz, este cambio de aires le sentó muy bien a él y
su familia, tanto en lo emocional, como en lo económico, pero nunca olvidó sus
ideas políticas, su sueño de algún día dirigir el destino de su patria, hacia
senderos de prosperidad, de grandeza, de unificación, tenía tantos y tan buenos
proyectos para su pueblo y por supuesto también en lo personal, porque si
alguien merecía una recompensa por su entrega, por su lealdad, por tantos años
de servicio a la patria mexicana, era él, y no me digan que hay en la tierra un
ser humano que no piense tambien en su propio bienestar para él y los suyos,
pero aqui la diferiencia es que si él obtuvo sus ganancias también dejó un
México nuevo. De un país devastado por las constantes guerras, lo reconstruyó
en todas las areas y lo convirtió en un gran país, respetado por todos, en el
México que hoy conocemos.
En octubre 1874
fue postulado como candidato a Diputado Federal y como era de esperarse ganó la
elección, pues el pueblo lo quería y lo respetaba. Una vez instalada
la Cámara de Diputados, una de las primeras propuestas por aprobar fue la
presentada por la Comisión de Hacienda, relativa a disminuir la pensión de los
militares retirados y el sueldo de los soldados activos, Don Porfirio, no estaba dispuesto a aceptar esta injusticia y junto con otros Diputados de extracción
militar se opusieron a dicha propuesta, el Lic. Justo Benitez, quien para ese
entonces se había convertido en el intermediario político del General Díaz, le
sugirió a este valeroso soldado, que pronunciara un discurso en la
Tribuna del Palacio Legislativo, tras mucho pensarlo consiente de que no se le
daba muy bien hablar en público al fin decidió intentarlo pues estaba deseoso
de expresar su opinión sobre este penoso asunto que afectaba a sus compañeros
de la milicia, pero desgraciadamente aquel hombre capaz de tantas hazañas no pudo hilvanar bien sus ideas se enredó
con sus propias palabras, le ganó el sentimiento y ya no pudo terminar el
discurso, y aunque parezca increible en una persona de su temple y audacia, se
hechó a llorar como una niña (digo como un machito llorón), ésto provocó burlas
y desprestigio para el Diputado. Pero también es una muestra de su humanidad,
de su sentimiento, de su sensibilidad.
Este
incidente provocó burlas y criticas contra el Héroe Nacional, sin embargo el
pueblo lo admiraba y lo respetaba y no pasó a más, pero lo que si preocupaba
seriamente a los ciudadanos en general era el comportamiento de Lerdo de
Tejada, quien se puso a expedir Leyes muy severas que afectaban a todos,
expulsó a las ordenes religiosas, elevó los impuestos de todo, se desentendió
de la educación, disminuyó las exportaciones a otros países, todo esto
provocó decontento tanto interno como externo, propició que el movimiento
porfirista crecíera cada vez más en toda la República, principalmente en la
clase alta que era la más afectada con estas tomas de decisiones, Lerdo de
Tejada lo sabía y muy abusadillo ofreció al General Díaz la Presidencia de la
Corte Suprema de Justicia en Oaxaca para tenerlo entretenido, pero el General
Porfirio Díaz no tragó el anzuelo y lo mando a freir esparrajos.
LA REVOLUCION
DE TUXTEPEC.
1875.
A finales de 1875, Sebastián Lerdo de Tejada comenzó hacer su campaña política anunciándo su candidatura para el periódo presidencial 1876 con la intención de reelegirse, Porfirio Diaz también lanzó su candidatura para competir por la presidencia e hizo una serie de manifestaciones públicas en contra de Lerdo, las cuales fueron inmediatamente reprimidas por la Policia Secreta a las ordenes del Presidente, ésto causó gran molestia en algunos sectores de la población que no estaban contentos con el comportamiento de Lerdo. El 10 de enero de 1876 con el apoyo de muchos destacados militares de diversos lugares del país liderados por el Coronel Hermenegildo Sarmiento y los Generales Vicente Riva Palacio, Irineo Paz, Donato Guerra y Rosendo Márquez, por citar algunos, pues fueron muchos los aguerridos militares que secundaron este movimiento y con el respaldo de la Iglesia Católica. El General Porfirio Díaz como Jefe del ejército sublevado proclamó el Plan de Tuxtepec en la Villa de Ojitlán, Tuxtepec, elaborado por varios políticos importantes como Justo Benitez, Ignacio Vallarta, Protacio Tagle y Pedro Ogazón, con el próposito de destituir a Sebastián Lerdo de Tejada. Este no perdió tiempo y desde su inicio atacó con todo a los revolucionarios, las tropas de los partidarios de Díaz, que se alzaron en armas en diferentes estados de la República al principio lograron varias victorias relativamente facíles. Pero pronto comenzaron a sufrir derrota tras derrota, pues el ejército federal permanecía del lado de Lerdo, el 20 de mayo de 1876 Mariano Escobedo derrotó al General Díaz en Icamole, Nuevo León, se dice que Díaz lloró amargamente por su derrota, tras esta victoria los Lerdistas se confiaron demasiado y aflojaron la presión de ataque hacia los sublevados seguros de seguir con la racha de triunfos. Cosa que aprovecharon muy bien los rebeldes. Donato Guerra, Justo Benitez y Manuel González, siguieron una guerra de guerrillas en el interior de México, mientras el General Porfirio Díaz, logró embarcarse a Cuba, haciendose pasar por un médico. En la Habana consiguió armas y hombres que se incorporaron a su movimiento y vinieron con él a México, entonces tomó la zona de Veracruz y San Luis Potosí, ya sus aliados habían tomado la ciudad de Guerrero.
El 16 de noviembre
de 1876 se llevó a cabo la batalla de Tecoac, en una localidad en el municipo
de Huamantla Estado de Tlaxcala, el General Ignacio Alatorre comandaba 3 mil
hombres de la fuerza del Gobierno y el General Porfirio Díaz, 4 mil
revolucionarios, la batalla dió inicio a las 10 de la mañana, para las 4 de la
tarde los rebeldes estaban a punto de sucumbir. Pero afortunadamente se presentó
el General Manuel González con su regimiento en el momento más oportuno para
auxiliarlo y entre ámbos lograron derrotar a los lerdistas.
Al enterarse de la
derrota de su ejército Sebastián Lerdo de Tejada, abandonó la ciudad de
México lo más pronto que pudo y se dirigió a Michoacán en compañía de sus
Ministros el General Mariano Escobedo, Romero Rubio,Juan José Baz y Mejía,
quedando la Ciudad de México a cargo del Jefe de la Guarnición Francisco Loaeza
y Protasio Tagle, este último partidario porfirista.
Luego de la
victoria obtenida el General Díaz ocupó la Ciudad de Tlaxcala y el 21 de
noviembre llega a la ciudad de México y se designa como Presidente Provisional
de la República Mexicana, pero antes debe ir a combatir a las fuerzas
decembristas, partidarios de José María Iglesias quien pretendía quedarse como
Presidente de México, al huir Lerdo de Tejada. El General Díaz, deja en la
presidencia al General Juan N. Méndez y el 22 de noviembre marcha hacia
Guanajuato con un ejército de 5,000 soldados donde logra derrotar a las fuerzas
decembristas en marzo de 1877, vencido el último osbtáculo y después de haberse
llevado a cabo las elecciones de forma extraordinaria en la cual salió electó
por mayoría de votos. El General José de la Cruz Porfirio Díaz Mori,
asumió la Presidenia de la República.
Una vez en el
poder, su Gobierno pasó por tres etapas. La primera se extendió hasta finales
de la década de 1880 o principios de los noventa y se caracterizó por ser el
período de su ascenso y consolidación en el poder, su objetivo principal sería
el orden y el progreso. Pacificó al país, erradicó el bandidaje, se crearon
muchas fuentes de trabajo, por la construcción de escuelas, de bibliotecas, de
hospitales, de palacios, de edificios, del manicomio, de Lecumberri una penitencería, embelleció las ciudades con fuentes y monumentos en la ciudad de México se destacan la Columna de la Independencia, el Monumento a la Revolución
Cualquiera que
haya sido el mecanismo, durante la primera etapa de su largo régimen Díaz logró
una desconocida estabilidad, como lo constatan sus relativamente fáciles
reelecciones de 1884, 1888 y 1892. Durante sus primeros años de
gobierno, se apoyó en militares de su total confianza para la pacificación del
país, fue tolerante con la iglesia, logrando una estabilidad política y social,
así mismo el restablecimiento de las relaciones diplomaticas con los
principales países europeos.
La segunda etapa
que se prolongó hasta los inicios del siglo XX, se distinguió por el
perfeccionamiento de la mecánica política y por el notable crecimiento
económico alcanzado, se emprendieron inmensas obras de infraestructura,
instalación de instituciones bancarias, la agricultura, la ganadería, la
minería y la industria alcanzaron un potencial nunca antes visto, trajo la luz
que se generaba por medio de turbinas, el tendido de vías ferroviarias y de
líneas telefónicas, telegráficas y el sistema de correos en todos los estados,
no solo dieron impulsó al comercio interno sino que modificaron nuestra
geografía y ayudaron a la integración del país. El comercio exterior también
recibió gran impulso, lo mismo sucedió con la educación, las artes y las
ciencias, el Gobierno logró pagar la deuda externa a Estados Unidos, con lo que
México adquirió un nuevo puesto de respetabilidad entre todas las naciones del
mundo.
Tercera etapa, la
crisis del sistema político, debido más que nada al envejecimiento del General
Porfirio Díaz y de su camarilla, también la generó el manejo cerrado y
excluyente del aparato gubernamental reacio a las necesarias renovaciones
generacionales, sin embargo, el problema mayor fue la ruptura entre los dos
grupos o equipos en que se asentaba el sistema porfiriano, los
Científicos que tenían a su cargo la educación y economía y los Reyistas
encargados de la modernización y la disciplina del país, cada uno con sus propios
espacios de poder y sus funciones específicas. Sin embargo cuando surgió el
problema de la sucesión Don Porfirio rompió su imparcialidad con sus equipos y
eligió como virtual sucesor a un miembro de los científicos Ramón Corral. Los
Reyistas no estuvieron de acuerdo porque su candidato para ocupar el puesto era
Bernardo Reyes, militar jaliciense que se destacó en la pacificación del país;
y de ser leales porfiristas pasaron a ser opositores y severos críticos de los
Científicos.
Además una severa
depresión económica azotó a Europa y Estados Unidos, encareciendo sus
importaciones y disminuyendo las exportaciones mexicanas. La difícil situación
repercutió inmediatamente en nuestro país afectando a todos los sectores
sociales, tanto en la ciudad como en el campo, muchos mexicanos que trabajaban
en Estados Unidos quedaron desempleados y tuvieron que regresar al país donde
tampoco encontraron trabajo. Para colmo, la competencia entre Estados Unidos e
Inglaterra por el petróleo mexicano, hizo más tirante la relación entre Estados
Unidos y el General Díaz.
En 1907 y 1908
surgieron conflictos obreros en Cananea y Río Blanco, debido a las
restricciones a los derechos políticos de los trabajadores y los reclamos
nacionalistas contra el número y las ventajas de los empleados chinos y
estadunidenses.
En síntesis,
durante los últimos años del régimen porfiriano se padecieron severas crisis en
todos los ámbitos de la vida pública nacional: el político, económico, social,
diplomático y cultural y el Gobierno de Díaz ya no tuvo ni la capacidad ni la
flexibilidad para enfrentarlas, sus intentos de solución resultaron
inadecuados.
CRITICOS,
OPOSITORES Y PRECURSORES.
Los primeros en expresar
sus críticas fueron ciertos sectores católicos, se censura moderadamente al
General Díaz por conservar los principios liberales anticlericales de la
Constitución de 1857, por el alto número de masones entre sus colaboradores y
por el apoyo otorgado a los protestantes, además surgieron críticas dirigidas a
su gobierno en periódicos como El País y El Tiempo, que si bien no se críticó
personalmente a Díaz, al que siempre reconocían grandes méritos historicos, lo
cierto es que los reclamos tuvieron que erosionar su prestigio alcanzado.
Hacía 1900 surge
otro importante grupo antiporfirista, encabezado por descendientes de los
liberales, que proponen organizar el Partido Liberal, con el objeto de
presionar al Presidente para que se aplicara los principios de
anticlericalismo, libertad de expresión, democracia electoral, separación de
poderes, adecuada administración de justicia y autonomía municipal. Para
organizar dicho partido se convocó a los defensores de las ideas liberales,
participaron profesionistas, periodistas, maestros y estudiantes, entre los
asistentes destacaron los hermanos Flores Magón, quienes publicaban desde 1900
un periódico titulado Regeneración, eran hijos de un excombatiente oaxaqueño
juarista, que guardaba un profundo rencor hacía Don Porfirio, porque según él
no se le recompensó como merecía y ese odio se lo inculcó a sus hijos desde
niños.
El país vivia en
esta época un climax de incertidumbre por el conflicto de la sucesión, pero
todo se disipó cuando el Presidente Constitucional General Porfirio Díaz, en
una entrevista concedida al Periodista estadunidense James Creelman, de la
revista Person's Magazine, en una extensa conversación el General Díaz, habla de la
Democracia, de las condiciones en las que estaba la República cuando él la
recibió, el trabajo continuo y difícil que tuvo que hacer para mantener la paz
y el progreso en todos los aspectos, que sus reelecciones fueron por la
voluntad del pueblo que así lo quería, ( y en efecto gozaba de un respaldo
generalizado), que había aguardado durante muchos años pacientemente a que el
pueblo de la República estuviera preparado para el cambio, sin peligro ni temor
de revolución armada y que pensaba que ese momento había llegado.
Que ya no tenía
deseos de continuar en la presidencia, de que terminado su actual mandato ya no
aceptaría una nueva elección, pero que no dejaría de servir a su patria hasta
el último instante de su vida.
Dicha entrevista
sirvió para que numerosos aspirantes a la presidencia se organizaran y se movilizaran como fue el caso de un hacendado coahuilense, llamado Francisco I. Madero, el
político militar Bernardo Reyes y quienes lo apoyaban como Venustiano Carranza,
Francisco Vázquez Gómez, Luis Cabrera y José Ma. Maytorena. De entre todos los
movimientos que antecedieron a la Revoluciónn Mexicana, el reyista fue, el que
más elementos aportó, el propio Bernardo Reyes acusó a Madero de haber
organizado su movimiento aprovechandose del suyo.
Francisco I.
Madero crea el Partido Nacional Antirreleccionista y comienza a hacer su
campaña política, viaja por diversas regiones del país, demostrando una enorme
capacidad política que le hace ganar gran cantidad de adeptos, además gran parte
de los reyistas también se unen a su movimiento ya que estaban molestos con
Bernardo Reyes por haber aceptado a finales de 1909 una comisión al
extranjero ofrecida por el Presidente Díaz, en lugar de encabezar a sus seguidores. Ya
como candidato presidencial Madero inicia otra gira, pero fue aprehendido,
acusado de incitar a la rebelión y confinado a una prisión de San Luis Potosí,
durante su encarcelamiento tuvieron lugar las elecciones, resultando electos
Porfirio Díaz y Ramón Corral. Creo que aquí es donde está el meoyo del
asunto, El General Díaz, no debió aceptar ser candidato de nuevo, cometió un error muy grave al no retirarse como había prometido, en la entrevista concedida al Periodista Creelman.
Madero y su
equipo reclamaron ante las autoridades de que las elecciones habían sido un
fraude, pero como era de suponer no les hicieron caso, poco despues Madero y un
grupo de aliados huyeron a Estados Unidos, refugiándose en San Antonio Tejas, en donde redactaron un plan para levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910 en
contra del Gobierno, que fecharon antes de su salida de San Luis Potosí, para
evitar ser acusados por las autoridades norteamericanas de organizar una
rebelión en su territorio. Pero el llamado a esta guerra no fue
secundado por los antirreleccionistas, porque no reunian las condiciones
adecuadas para un enfrentamiento con el ejército.
Sin embargo este
llamado sirvió para que varios grupos de gente popular y rural mal armados y
desorganizados, practicaran tácticas guerrilleras en Sonora, Durango y
Coahuila. Cuando Madero regresa a México, se pone a la cabeza del
movimiento y así mejora la organización y crecen las dimenciones de los grupos
de los llamados alzados, lo que les permite atacar poblaciones más grandes y
enfrentar combates formales, surgen importantes alzamientos en otros Estados
del territorio como Guerrero y Morelos. El Ejército Federal debido a la
desconfianza de Díaz contra Reyes, había sido castigado presupuestalmente y los
numerosos oficiales prorreyistas habían sido trasladados a regiones aisladas
del mando directo de tropas, además inactivos por tantos años de paz, no les fue
nada fácil enfrentarse con un pueblo decidido al cambio. Finalmente el General
Porfirio Díaz acepta presentar su renuncia en mayo de 1911. Con esto llega a su
culminación la lucha antirreleccionista y es aquí precisamente cuando el
movimiento político para derrocar el Gobierno de Díaz se transforma en una
lucha rural y popular llamada Revolución Mexicana con otros protagonistas,
otros escenarios y otros intereses. Tras su renuncia el General José de la Cruz Porfirio Díaz Mori y su
familia salieron rumbo al puerto de Veracruz el 26 de mayo de 1911 y esa noche fueron
recibidos por los veracruzanos con un suculento banquete, baile y fiesta en su
honor, la mañana del 31 de mayo, abordaron el buque "Ypiranga"
y partieron rumbo a Paris, Francia, donde lo recibieron con los brazos abiertos, falleció el 2 de julio de 1915.
Hoy 19 de marzo de
2016, termino por fin este modesto trabajo que realizé con mucho entusiasmo
acerca de la vida política y militar del General Porfirio Díaz, un personaje
inolvidable en la historia de México, me siento triste, bu bu bu, pero a la vez
me dá gusto que a través del mismo conocí un poco más a este extraordinario
hombre y soldado, que luchó gran parte de su vida con determinación y valor para salvar a la
Patria Mexicana de sus enemigos, aprendí a verlo como un verdadero héroe y no como un tirano, como se empeñan muchos medios de darnos esa imagen, sin
reconocer sus enormes meritos. Creo sinceramente que este héroe olvidado
injustamente, merece respeto y homenajes a su memoria pues muy pocos hombres han luchado en tantas batallas y por tanto tiempo como este insigne patriota, que no se recuerde únicamente lo negativo sino que
se le dé su lugar que le corresponde como un extraordinario militar y
estadista, quizás cometió errores, pero cómo podía mantener la paz y el
progreso en un país desvastado por las guerras, lleno de rebeliones, traiciones, bandalismo y pillaje,
si no hubiera utilizado mano dura, eso es lo que no le perdonamos a este
extraordinario militar, a este noble caballero que nos dejó un México Nuevo y
respetado por todo el mundo.
¿Que es lo que hace
hombre a un hombre? ¿son sus origenes? ¿como empieza las cosas o como decide
terminarlas?
Mis
agradecimientos sinceros en primer lugar a la Colección Digital U.A.N.L., por
permitirme leer su archivo Memorias del General Porfirio Díaz.
Al buscador Google
donde siempre encuentro información seria y veraz.
Al libro
Introducción a la Revolución Mexicana, de Javier García Diego y distribuido por
la SEP. que me inspiró a hacer este trabajo.
A mi Editor en
Jefe Ocelot que cuando toma su medicación y no sopla el viento solano trabaja
excelente.
A mi gato-tigre de
peluche que me acompañó en mis largas jornadas nocturnas escribiendo y
durmiendo.
Y especialmente a
ti lector constante, gracias por leer esta obra, si has disfrutado tanto como
yo, podemos considerarnos afortunados.
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