DON VIDAL ESCAMILLA
4 DE ABRIL DE 1867.
En la entrevista que tuvo el
General Diaz en el Palacio Episcopal de Puebla con los prisioneros de los
cerros de Loreto y Guadalupe, ocurrió un episodio que merece mencionarse.
El Coronel Vidal Escamilla, que estaba entre los prisioneros, había sido
a la fecha de su evación en Puebla, Jefe Político del Distrito de Matamoros
Izúcar, y cuando el Conde de Thun publicó una circular ofreciéndo mil pesos
como premio a quien aprehendiera al General Díaz, o lo matara, Escamilla, en
calidad de Jefe Político y al reproducir la circular, guiado por un exceso de
celo en favor del imperio, ofrecio mil pesos más de su peculio.
Probablemente por este motivo tenía miedo de acercarse a firmar, porque
estaban firmando en su presencia sus compañeros. El General Visoso que estaba
al servicio de la República y que era compadre de Escamilla, y que estaba
también presente se acercó a rogarle por su perdón, suponiéndo que tenía
escondido en la ciudad a Escamilla y ocultándole que estuviera presente entre
los prisioneros. El que no conocía personalmente a Escamilla. lo conoció en
esos momentos, porque alguien lo acababa de denunciar, concedió a Visoso lo que
le pedía y llamando por su nombre a Escamilla manifestó a los dos juntos, que
si no había salido en libertad, era porque aun no había firmado y esperaba que
lo hiciera al tocarle su turno.
Escamilla trató de excusarse con él, diciendo que suponía que
habrían llegado a su conocimiento ciertas calumnias vertidas en su contra.
Le contestó que en efecto había llegado a su poder un ejemplar de su
circular, que conservaba en su cartera, lo sacó y se lo volvió, diciéndole que
celebraba mucho que no hubiera llegado el caso de que hubiera sido
aprenhendido, ni que él hubiera tenido necesidad de gastar su dinero. En
seguida firmó la protesta y salió en libertad. Después fue uno de sus
leales amigos, sin embargo de que sus ideas políticas fueran diferentes.
SAN DIEGO NOTARIO
6 DE ABRIL DE 1867
Despues de los sucesos
narrados anteriormente y concluido ya su trabajo de reorganización y revista el
General Porfirio Díaz, hizo salir en la misma tarde del día 5 de abril de 1867,
a toda la caballería disponible, con dirección a Tlaxcala y al poco la siguió y
alcanzó antes de llegar a esa Ciudad, sin detenerse en la misma se dirigieron a
Apizaco, en donde sabian que estaba Márquez, y a donde llegaron en la madrugada
del día 6. Al salir de Puebla dejó orden para que al día siguiente los
siguiera su infantería y todo el trén de artillería que había organizado en dos
días, con los cañones que tenía de antemano y los que le había quitado al
enemigo. El enemigo había salido en la noche del día 5 de abril a Apizaco
para Huamantla. El 6 de acuerdo a las intrucciones del General Díaz salió
su infantería de Puebla pasó por Apetatitlán y en la noche llegó al
Molino de San Diego, en donde se había establecido el Cuartel General en acecho
de Márquez.
Luego que amaneció el día 6, el destacado Militar siguió el camino
para Huamantla y en la Hacienda de San Diego Notorio, alcanzó a Marquez que
había permanecido alli; y aunque no marchaba, tal vez porque sintió su
movimiento, El General Díaz mandó orden a la infantería que venía con el
General Alatorre que ya no siguiera por el camino que él había llevado , sino
que de Tlaxcala tomara elcamino de San Diego Notorio.
El enemigo destacó a su encuentro su caballería compuesta en su
mayor parte de hungaros y polacos.
Atacada por la caballería republicana vigorosamente, huyo hasta
ocultarse entre la línea de batalla que Márquez le había establecido y la
casa de la Hacienda de San Diego Notorio. Entonces el General Díaz hizo un
movimiento lateral para ocupar unas colinas poniéndose fuera de los fuegos de
cañón del enemigo mientras llegaba su infantería.
El combate entre ambas caballerías había dido muy costoso para el
enemigo, lo mismo o quizás más para las fuerzas de Gobierno, por el perjuicio
que les causaba la artillería, arma que de su parte no entraba en combate
todavía.
La pérdida total ese día fue de 48 hombres muertos y muchos
heridos que hicieron conducir inmediatamente a Tlaxcala, lo mismo que los del
enemigo que quedaron en su poder y muchos caballos muertos y heridos.
En los muertos habían varios oficiales, siendo uno de ellos el Teniente
Coronesl Ignacio Sánchez Gamboa.
Permanecieron así hasta muy entrada la noche, hora en que apareció
la cabeza de su columna, y como su Jefe no conocía el terreno, fue
personalmente el General Díaz que siempre estaba al pendiente de todo, a
establecer sobre el camino que conduce de Tlaxcala a San Diego, y la colocó en
un collado que tiene una pequeña finca que se llama Molino de San Diego, e
inmediatamente en una revista que pasó a la primera infantería que llegó a
establecerse en su puesto, supo que no tenía cápsulas, Averigüó con las otros
Jefes si sus fuerzas estaban provistas de cápsulas y encontró que todas estaban
en igual condición, porque al municionarlos en Puebla el Guarda Almacén que
repartía las municiones acabadas de tomar del enemigo, supuso que cada parada
llevaba su dotación de cápsulas en si misma. En el acto dispuso que dos de sus
ayudantes con sus respectivos asistentes corrieran para Puebla montando los
caballos necesarios, para llegar y volver antes que amaneciera el día
siguiente, con la cantidad de cápsulas que pudieran conducir en sus propios caballos.
Así lo hicieron y a las cuatro de la mañana del día 7 estaba ya provista
de cápsulas toda la enfantería y en marcha un carro con capsulería que debía
alcanzarlos poco despues.
Proximo Capitulo: SAN LORENZO y PRINCIPIO DEL SITIO DE MEXICO
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